Con el buen tiempo se produce ahora una eclosión de frutas y hortalizas primaverales. Ponlas en tu cesta de la compra y deja que la primavera entre en tu casa.
El aumento de las temperaturas se debe reflejar, además, en un menor uso de los fogones: horneados, fritos y guisos largos deben ir dejando paso a cocciones más ligeras como el hervido, el vapor o los guisos rápidos. Es oportuno asimismo apostar por prensados, alimentos crudos, sopas ligeras y frutas maceradas.
Seguimos encontrando naranjas tardías y pomelos, piña, aguacates, limones y plátanos… y, por supuesto, las frutas primaverales de temporada más temprana y que todavía resisten, como fresas y fresones.
Pero la estrella son las jugosas frutas de hueso, que a partir de este mes llegan con todo su sabor. Los nísperos siguen estando en plena temporada, cada vez más sabrosos. A ellos se suman también los tan esperados albaricoques y, más avanzado el mes, las cerezas.
Poco a poco irán llegando las primeras ciruelas y las nectarinas, un adelanto de otra estrella primaveral y veraniega: los melocotones. Podremos disfrutar del mango, de los primeros melones y papaya.
La renovación de verduras y hortalizas se nota cada vez más. Acederas, ajos tiernos, rabanitos, zanahorias, espárragos y todas las vainas –guisantes, habas tiernas, judías verdes…– están en buen momento.
Llegan asimismo las patatas nuevas y hierbas aromáticas frescas. Y en los bosques la humedad que han dejado las lluvias de primavera sigue brindándonos deliciosas setas para incluir en los salteados.
